Nuestras
manos están expuestas a muchos factores externos que pueden
dañarlas: agua, detergentes, lavandina y todo tipo de limpiadores;
quemaduras mientras cocinamos y heridas varias que podemos hacerles
mientras manipulamos todo tipo de cosas en nuestras casas o trabajos
(incluso, las hojas de papel).
Casi siempre nos acordamos de las
manos cuando tenemos que ir a una fiesta y las miramos detenidamente.
Podemos
hacer este tratamiento y lucir nuestras manos todo el año:
- Exfoliamos hasta el codo con un scrub (este paso favorece la eliminación de las células muertas que provoca que la piel se vea opaca)
- Aplicamos una loción suave o descongestiva para restaurar el pH
- Aplicar una crema para manos en lo posible siliconada, que evita la pérdida de agua por evaporación al formar un film protector.
- Si notamos que las cutículas están muy endurecidas, pincelamos un ablandador de cutículas y dejamos actuar. Enjuagamos y recién después la crema de manos.
Después
si vamos a agregar color a nuestras uñas, con un algodón o
esponjita embebida en quitaesmalte retiramos los restos de crema o
restos de productos para que el paso del esmaltado sea más duradero.
Existen
kits de diferentes marcas que en tres o cuatro pasos, prometen los
mejores resultados.
Ya
en el ámbito de atención profesional, podemos optar por un spa de
manos, baño de parafina o peelings físicos o químicos que mejoran
la renovación celular.
Cuando
el daño es muy evidente, la visita al dermatólogo es la mejor
opción, ya que los resultados son muy buenos y las opciones muy
variadas.
El
resultado, una piel más tersa y luminosa, siempre. Foto (C) Google search
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