miércoles, 15 de noviembre de 2017

Dedos, esponjas o pinceles


Para la aplicación de los productos de maquillaje podemos optar (tanto por gusto como presupuesto) por varias opciones:

DEDOS:
Siempre a mano 😜, el calor de los dedos ayuda a difuminar mejor el producto graso en zonas de difícil acceso. Como nos lavamos las manos antes y después es muy bajo el riesgo de contaminación muy común con las esponjas. Contra: debemos lavarnos las manos después de aplicar los productos, si maquillamos a otras personas no es muy higiénico. Cuando usamos muchos colores, podemos hacer enchastre.

ESPONJAS:
Cualquiera sea su forma tenemos que tener en cuenta que no son de uso contínuo y debemos lavarlas para mantenerlas y al ver manchas o si toman olor a humedad descartar. Para que no absorban demasiado producto hay que humedecerlas y escurrirlas antes de aplicar bases.
Son óptimas para bases y cremas. Las tipo beauty blenders (💧) son muy buenas aunque un poco caras si tenés como yo un gato que te las rompe cada vez que encuentra una recién lavada 😹.


La opción profesional. Esta opción es la mejor siempre y cuando mantengamos la limpieza de los mismos. Tener un brochero sin lavar el contenido es sinónimo de bacterias y problemas dermatológicos.
Los pinceles de pelo natural se lavan con jabón neutro y los sintéticos con detergente suave.
En este caso, cada forma y material del pelo cumple una función diferente, por ejemplo, los de pelo natural son óptimos para productos en polvo y los sintéticos se llevan mejor con los cremosos.
Necesarios: brocha de base, pincel para corrector, una brocha para polvo y un par para sombras y esfumados.
¡Si nos acostumbramos a usarlos no los cambiamos!

¿Cuál es tu método preferido para aplicar maquillaje?

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