¿No te ha pasado de comprar productos cosméticos en una farmacia o perfumería o hacer una compra compulsiva después de ver una propaganda que prometía milagros en un pote?
Más de la mitad de las clientas (en el caso de los hombres no se dejan llevar tanto por la publicidad) confiesan haber probado muchas cremas que promocionan en la tele o de venta por catálogo, o que les recomendó una vendedora, sin resultados visibles, salvo los billetes que se fueron. Es por eso que tenemos que tener en cuenta que muchas marcas que se promocionan en los medios usan para eso su presupuesto (para marketing) aún cuando el producto no es tan bueno.
Otras hacen pruebas DIY (hazlo tu misma), porque lo leen en una revista y tampoco se conforman con el resultado. En este caso, debo decir que la cosmética natural está muy de moda (y la recomiendo siempre y cuando se sepa cómo y con qué productos se elaboran las preparaciones). Pero hacer una mezcla sin saber las propiedades que tiene al final tampoco es de mucha utilidad. Por ejemplo, ayer tuve una paciente que me dijo que se ponía pasta dentífrica en la zona afectada por el acné, porque lo leyó en una revista (este método puede causar manchas en la zona afectada y es más difícil y largo el tratamiento para sacarlas).
Entonces, ¿nunca fuiste a una cosmetóloga, cosmiatra o centro de estética?
Bueno, en mi caso me puse a estudiar y pruebo muchas marcas, productos, métodos y novedades para innovar en los tratamientos que ofrecemos en el gabinete.
Ningún producto hace magia y todo es cuestión de perseverancia y estricta rutina a la hora de la aplicación (una vez leí que el cuidado de la piel es como hacer dieta por la constancia que se requiere y me pareció una analogía excelente).
Si podemos confiar en un profesional que además intervenga en tratamientos de renovación y/o recuperación facial los cambios van a ser más notorios. Además, podemos asesorarnos en cuanto a los productos que mejor pueden hacerle a nuestra piel y sobre todo los activos (y no las marcas) que deberían contener para nuestro tipo de piel.
Saquemos provecho de los conocimientos de las profesionales que se actualizan constantemente.
No dudemos en preguntar. Cuando notes el cambio en tu piel, te lo agradecerás.
